Abraham: un Tamarisco y El Eterno
Un Tamarisco y la Eternidad Relata la Palabra de Dios en el libro de Génesis, que después de divesos acontecimientos importantes en su vida, el patriarca Abraham siembra un árbol de Tamarisco en Berseeba, invoca al Eterno y como forastero se queda a vivir en tierra de los filisteos (21:33-34). Parece un suceso menor y aislado, pero cuando El Padre nos lleva a profundizar, vemos que se trata de un evento trascendental en la vida espiritual en ascenso del llamado padre de la fe . Resulta que es en en este momento de su caminar, que se le revela ese atributo de Dios, que en el original hebreo es 'El Olam, que significa El Eterno, sin límites, que está oculto a nuestro entendimiento, Cuyas palabras no se sujetan a nuestra temporalidad, a nuestras condiciones cambiantes, sino que Él es Quien dice Ser y Su carácter es inmutable. Abraham, el árbol plantado en la Eternidad ¿Pero qué tiene que ver la siembra de un Tamarisco con Abraham y la revelación de la Eternidad? Mucho. Un Tamarisco e...