Primero fue sábado que domingo: El Shabat, nuestro día de reposo
El mandamiento del Sábado (Shabat) nuestro día de reposo
Los mandamientos son eternos, y el día de reposo es uno de esos mandamientos que aparecen desde el principio de la creación, así como en toda la ley y los profetas, incluso con autoridad de los 10 mandamientos escritos con el dedo de Dios, y de manera reiterada en la vida de nuestro Único Maestro y ejemplo a seguir, y consecuentemente en sus discípulos.
Origen del día de Reposo
En el Génesis se establecieron las bases de lo que es el pensamiento de Dios para la humanidad. Cuando nuestro Padre Eterno fundó la tierra, estableció el séptimo día como un día de cesasión, de reposo, por ello Lo bendijo y Lo consagró, para dejarnos ejemplo a nosotros. En Exodo 20, cuando Le da a Moisés los 10 mandamientos o 10 palabras, hace un recordatorio: "Acuérdate del séptimo día, así como Yo Lo hice. Éste mandamiento tiene la misma autoridad de los otros, como: no te harás dioses falsos, no robarás, no matarás, y el resto de los mandamientos.
El Señor Yeshúa (Jesús), El Señor del día de Reposo
El Señor Yeshúa (Jesús) no vino a abolir la ley o los profetas, sinó para darles el correcto cumplimiento, lejos de una religiosidad vacía. Una de las marcas de un discípulo que Lo ama y Lo sigue, es cumplir sus mandamientos. Por eso nos explicó la interpretación correcta de ellos, para que pudiéramos cumplirlos en Espíritu y Verdad, lo cual implica un nivel aún más elevado que la misma letra. Te doy un ejemplo claro, es el caso del mandamiento de no adulterio, "Oíste que fue dicho No adulterarás, pero Yo les digo que cualquiera que mire para codiciar, ya adulteró en su corazón"; es decir, Él nos reveló el Espíritu de la letra. Igual sucede con el Séptimo día, como el día establecido para el reposo, Él no vino a abolirlo, sinó que le dio la correcta interpretación y cumplimiento y así enseñó a sus discípulos, derribando las añadiduras gravosas y religiosas de los líderes de la época, ya que ellos colocaban más cargas al pueblo, aún en el mismo día de reposo, criticando cuando se obraba en favor y bien del pueblo. Yeshúa, siendo El Señor del Reposo, nos enseñó que el Shabbat también es para hacer el bien, para ayudar a otros a descansar, para las necesidades del prójimo, como sanar, dar pan al hambriento, liberar, es decir, para seguir con las obras de Dios, no con las nuestras, ni nuestros propios pensamientos, ni intereses.
No hay un solo versículo de la Palabra de Dios que indique taxativamente que el día consagrado por Dios, es decir el Shabat, o Sábado, haya sido cambiado por el domingo.
Y es que El Shabat es un regalo del Padre a Sus hijos para que ensayen la dimensión de lo Eterno. De hecho, en el principio, Adán y Eva vivían en ésta dimensión de reposo y delicias, por eso se llamó el huerto del Edén y por eso la tierra brotaba por sí sola y su vida era descansada sin agitación. Pero al salirse de las obras que Dios preparó para ellos (desobedecer), y caminar en sus propias obras, obtuvieron una maldición cargada de dolor y trabajo gravoso, fueron expulsados del Edén a trabajar, salieron de la dimensión eterna de la delicia del Reposo.
Cuando guardamos éste día que fue establecido desde el principio de la creación, Le estamos diciendo a Nuestro Padre y al mundo entero, que Le creemos, que es verdadero Su Plan perfecto de Redención para darnos descanso de nuestras propias obras. Por eso es que El Señor Yeshúa (Jesús) hizo muchísimos milagros en el día de Shabat, porque es el día en que Su pueblo debería descansar de sus propias obras, y siendo El Señor del Reposo, les otorgó un descanso de aquellos azotes, enfermedades y ataduras, como quedó fielmente documentado en los evangelios.
Cuando le crees a Él, te lleva al Reposo, y es en ese estado de descanso cuando se concretan las obras de Dios. Guardar éste día te brinda una pequeña dosis de la Gloria de Su Reino, porque te desacelera, te recuerda que todas tus obras gravosas terminaron en Él. Ahora puedes descansar, porque las obras de Dios (hacernos siempre bien) continúan. Es la mejor noticia, acabó tu labor, se terminó el poner tu confianza en tí, en tu inteligencia y propias fuerzas. Entonces, ¿qué obra debemos hacer? TU TRABAJO ES CREER, para entrar en tu día Séptimo, ya el día sexto pasó, el día del hombre, el día de hacer las cosas a tu manera y a mi manera. Es momento de caminar en las obras (Sus obras) que Él preparó antes de la fundación del mundo, para que anduvieramos en ellas.
Lectura recomendada de la Palabra de Dios, te recomiendo orar y disponer tu corazón a lo que El Espíritu Santo quiere enseñarte:
GÉNESIS 2:1-3 con Marcos 2:27, Institución del Séptimo día como día de reposo.
GÉNESIS 3:23, Expulsión del Edén a trabajar la tierra.
ÉXODO 20:8-11, Acuérdate de lo que dije al principio de la creación, con respecto al séptimo día y Cuarto Mandamiento.
DANIEL 7:25, Intentarán cambiar los tiempos y la ley.
EZEQUIEL 20, Consecuencias de la idolatría, dejar de guardar el cuarto mandamiento, el día de reposo establecido.
LUCAS 23:56, Las mujeres reposaron el séptimo día conforme al mandamiento.
MATEO 24:20, En un doble contexto profético en el que Les anunciaba la destrucción del templo y Su futuro regreso a la tierra, El Maestro y Amo instruye a orar para que la huida no sea en invierno ni en sábado. Es decir, que para estos acontecimientos, el día establecido desde el principio, seguirá vigente y no sólo eso, en la profecía que te indico a continuación, donde El Eterno nos está hablando de los Nuevos Cielos y Nueva Tierra:
ISAÍAS 66:23, Celebración del Shabat en la Nueva Tierra.
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