Amor de lejos

Hoy quiero hablar del Amor que siente El Padre por alguien que está muy lejos...

Alguna vez hemos amado a alguien a la distancia, anhelamos desesperadamente poder tenerlo cerca para que se convierta en un amor íntimo, un amor cara a cara.

El amor cercano es aquel que deseamos mantener el fuego del primer amor, la pasión. Nuestro principal anhelo es mantener vivo ese amor y esa intimidad.

Pero vengo a hablarte del corazón del Padre Eterno por aquellos que aún están lejos...

"De lejos se me apareció El Señor diciendo: Con amor eterno te he amado, por eso te he atraído con misericordia" (Jeremías 31:3 LBLA)

Dice la Biblia que Dios al altivo lo reconoce de lejos, es decir, lo mira, no dice que no lo ame. Y su íntima comunión es con los rectos, es decir con los que están cerca. Déjame decirte que la única manera en la que Dios te vea justo, recto y cercano, es cuando has aceptado y reconocido en tu corazón el sacrificio expiatorio de Yeshúa (Jesús),  por Sus méritos no por los tuyos ni los míos.

Un amor de lejos

Antes, estábamos muy lejos, en nuestro orgullo y altivez, y hoy entendemos que aún así, viviendo perdidos, Él nos amó, nos guardó, nos proveyó para nuestras necesidades, es más, para que sea más fuerte: NOS AMÓ DESDE ANTES DE FUNDAR EL MUNDO, desde lejos... Cuántos hemos escuchado el desesperado clamor que emergió desde la Eternidad y que aún su eco traspasa las barreras del tiempo y de la distancia, un clamor en busca de lo que se ha perdido que llega hasta los confines de la Tierra... un clamor que por Su misericordia nos alcanzó a nosotros, los que hoy estamos cerca, pero que va por aquellos que aún están lejos. Ese grito de Amor se hizo más fuerte aquel día de Pesaj (o como le dicen pascua), un 14 de Abib (calendario bíblico: ver Éxodo 12:1-6), día que nuestro Amado dio todo de sí mismo en su dolor de tenernos TAN lejos, y así poder recuperarnos y acercarnos a Él para siempre... esto es un verdadero amor de lejos... como si desde el madero (la cruz) gritara: 

-¡¡¡Vuelve Amada Mía, regresa a donde perteneces que te anhelo cerca, vuelve amada mía, aunque estés lejos, vuelve, Te he abierto el camino hacia el amor íntimo, para nunca más separarnos. Nunca más un amor de lejos, estaremos juntos para siempre por que tu cercanía es mi deleite!!!...

"Yo soy de mi amado, y hacia mí Él tiende su deseo"(Cantares 7:10)

Es como si esas palabras hicieran eco en mi ser y me conmueve el alma profundamente...

El amor de lejos es el desesperado clamor de un Padre que anhela ver a su hijo volver luego de irse lejos a vivir una vida destructiva (Hijo Pródigo: Lucas:15:11-32).

Es el anhelo del novio por tener muy cerca a su novia para experimentar el gozo de un amor dulce, próximo, placentero y transparente.

Es el anhelo de una comunión, una amistad estrecha y leal para caminar juntos, como cuando El Espíritu Santo nos anhela celosamente para que no tengamos amistad con el mundo (Jacobo/Santiago 4:5)

El desesperado  y profundo clamor de traer de vuelta a los suyos, el anhelo de la reconciliación:

"Pero ahora en Yeshúa (Jesús) El Mesías, vosotros los que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido hecho cercanos por la Sangre del Mesías. "

"Y vino y anunció las buenas nuevas de paz a vosotros que estabais lejos, y a los que estaban cerca; porque por medio de Él los unos y los otros tenemos entrada por un mismo Espíritu al Padre" (Efesios 2:13-18)

Así, que si estás cerca, siéntete afortunado y feliz, pero también te exhorto a comprometerte en unidad al corazón del Padre en Su ideal: La búsqueda de lo que Él anhela acercar hacia Él. Sus cosas más preciadas... Sus hijos escogidos aun perdidos...

Recuerda la historia del hijo pródigo, cuánto anhelaba El Padre acercarlo, y cuánto celebró su regreso, jamás lo menospreció. No seamos como ese hijo mayor, que aunque estaba cerca, no pidió, porque simplemente no estaba en comunión con El Padre, por lo cual no se alegró del regreso de su hermano perdido, al contrario, había celos y molestias en él. De haber estado en comunión con El Padre, sabría que Su mayor anhelo era el regreso de su hijo perdido, y le hubiese pedido a favor de aquél. Hubiese orado conforme a Su voluntad...