Tan fuertes como Diamantes

 No soy una ola,

no soy una ola a la que lleva el viento,

 soy una con la Gran Roca Eterna, 

que no se erosiona, 

que no se sedimenta. 

Sino que permanece para siempre. 

 Por más fuerte que golpeen las olas, 

permanece para siempre.

Así, como un diamante...


    Todo organismo vivo en la Tierra está compuesto por carbono. Es decir, sin carbono no hay vida. Éste, luego de fuertes presiones, altas temperaturas, golpes e impactos, se convierte en un Diamante. Si buscamos la composición de un diamante es cien por ciento carbono.

    Luego del impacto de un meteorito sobre el mineral grafito (carbono), la presión y el calor transformará ese material en un diamante, es decir, la roca más fuerte, y piedra más preciosa y valiosa.

    Dice la Palabra de Dios que el Padre nos dá frente de Diamante. Porqué nos compararía El Divino Creador con esta piedra preciosa?, qué enseñanza nos quiere dar, una vez más, a partir de elementos de Su creación?...

    "He hecho tu frente como diamante, más fuerte que el pedernal, no los temas ni te acobardes ante ellos, porque son casa rebelde" (Ezequiel 3:9 BTX)

    "Te haré inquebrantable como el diamante, inconmovible como la roca. No les tengas miedo ni te asustes, por más que sean un pueblo rebelde"(Ezequiel 3:9 NVI)

    Estudiando un poco las características de un diamante, pude aprender varias cosas nuevas, y es que sólo en Él podemos alcanzar ese estándar:

    El diamante posee una ALTA DUREZA

La dureza es la oposición que ofrecen los minerales frente a posibles influencias de otros, como por ejemplo, la penetración, abrasión, rayado, cortadura y deformaciones permanentes, entre otras. Los expertos en la materia miden la dureza de los minerales mediante un método en el cual los comparan en una escala de rayabilidad. Cada mineral tiene un número asignado según su dureza, y éste raya (transforma o influye) al de número inferior (menor nivel) a él, pero es rayado por el de número superior. Por ejemplo, el talco al tener el número 1, puede ser rayado por todos los demás materiales; mientras que el diamante al tener asignado el 10,  únicamente puede ser rayado por otro diamante, pero puede rayar a todos los demás con número inferior. Si hacemos una similitud en nuestras vidas, nos damos cuenta que Nuestro Padre quiere que seamos firmes, inconmovibles, que cuando vengan esos otros "minerales" a querer "rayarnos", no debemos permitirlo, porque tenemos la frente de Diamante. Como Yeshúa, quien cuando era abofeteado, insultado o amenazado, no salía de Su Alta posición de dignidad, no se rebajaba al nivel de los insensatos, sino que se encomendaba Al que juzga justamente. Y es Él y sólo Él a quien disponemos nuestro corazón para que nos transforme.

    Otra característica que llama mucho la atención es su Captación de Sonido

    Está demostrado que en materiales más rígidos, el sonido viaja más velozmente, por lo tanto el diamante es capaz de captar las ondas sonoras más rápidamente. En esto hay que meditar y prestar atención, pues mientras menos maleable seamos, mientras nuestra cualidad de firmeza se perfeccione en nosotros,  en esa medida nuestra capacidad de escuchar y obedecer a Dios será aumentada. 

    "y si alguno de vosotros carece de sabiduría, pídala al que la da, a Dios, que da a todos generosamente y sin reproche, y le será dada. Pero pida con fe, no dudando nada, porque el que duda es semejante a una ola del mar, impelida y zarandeada por el viento. No piense pues tal hombre, que siendo varón de doble ánimo, inestable en todos sus caminos, recibirá cosa alguna del Señor." (Jac 1:5-8 Btx)

    Claridad del Diamante

    Ésta característica está estrechamente relacionada con la pureza. Mientras más puro sea el diamante, será mas claro y la luz podrá reflejarse más y mejor a través de él. Cuánto más transparente, más hermoso y valioso. Debido a los fuertes procesos para su formación, todo diamante tendrá "marcas de nacimiento", que son imperfecciones que podrían estar dentro (inclusiones) o pueden ser superficiales, y mientras más significativas y profundas sean éstas, el diamante tendrá menos brillo ya que los defectos interfieren en la trayectoria de la luz a través de él. Meditando, observamos las semejanzas con nosotros, que venimos al Señor Yeshúa con esas marcas, heridas, carencias, defectos, etc; pero Él mismo nos restaura, sana, purifica, y nos santifica con Su sangre, y mediante Su obra, nos exhorta a ser activos e intencionales con nuestra purificación y guarda de nuestro corazón, para que el resultado sea que reflejemos Su LUZ, su esencia misma: Cristo en Nosotros, esperanza de Gloria!

    Así que no te desalientes, no te desanimes cuando vengan todas estas situaciones que te presionan, que te golpean, estás vivo, tienes carbono, y se te está dando el tratamiento necesario para que llegues a ser ese diamante precioso en las manos del Creador, que da forma a todas las cosas, para que llegues a brillar con la Gloria del Diamante por excelencia.





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