Muéstrame tus Credenciales

    Las Credenciales de una persona me hablan de su identidad, autoridad legítima y misión.

    Una mañana de oración Le pedí al Amado que me mostrara más de quién es Él, de Su corazón, para  conocerlo más, El centro de Su ser..., ya que después de todo, fuimos hechos a Su imagen y semejanza. Conociéndole más, me conozco a mí misma, y no hablo de un conocimiento intelectual, si no experiencial, de ver, de probar...

    Su respuesta fue: "En mis manos te tengo esculpida"... (Me quedé pensativa, con interrogantes,) y mostró la realidad de mi corazón, tenía dudas disfrazadas, incredulidad adornada y sentido de que fui olvidada muy bien ocultado. Leí el texto completo buscando contexto: una Sión desconsolada y abatida diciendo: Adonay se ha olvidado de mi; Él responde: Se olvidará una madre de lo que dio a luz? Dejará de amar al hijo de sus entrañas? Pues aunque éstas lleguen a olvidar, Yo nunca me olvidaré de ti. En mis palmas te he esculpido(Isaías 49:14-16);... no puedo explicar lo fuerte que latía mi corazón y ésta vez no por ansiedad, sino de amor. Inmediatamente me llevó a visualizar las heridas en sus manos, si, aquellas con las que lo herimos... y no pude evitar llorar.

    Al mismo tiempo me llevó a recordar cómo mostró esas heridas a sus discípulos temerosos, incrédulos y turbados luego de Su muerte, porque no se les revelaba aún la verdad de Su resurrección. Acababa de morir El que sería REY en Israel, quien los libertaría para siempre, acababa de morir su esperanza, se sentían acabados, olvidados... Por lo que en un escenario de zozobra y duda ÉL se presenta ante ellos, diciéndoles tengan Shalom, Miren mis heridas, YO SOY. Me emociona TANTO éste episodio. Él no dijo miren mi rostro,  miren mi cuerpo glorificado, El dijo: Miren mis heridas, las de mis manos y pie (lo cual hace referencia a acciones y caminos), como diciendo: En esto reconocerán que Yo Soy, con esto me identifico, mis credenciales!


MIREN MIS CREDENCIALES: MIS HERIDAS!!!


    "Mientras ellos hablaban estas cosas, Él mismo se puso en medio de ellos, y les dice: Paz a vosotros. Ellos entonces se turbaron y se llenaron de temor, pues pensaban que veían a un espíritu. Pero Él les dijo: Porqué estáis turbados y porqué surgen dudas en vuestro corazón? Ved mis manos y mis pies, que Yo mismo Soy; palpadme y ved, pues un espíritu no tiene carne y huesos, como veis que Yo tengo. Y habiendo dicho esto les mostró las manos y los pies" (Lucas 24:36-40) 

    "Pero Tomás, uno de los doce, el llamado Dídimo, no estaba con ellos cuando Yeshúa había aparecido. Por tanto le dijeron los otros discípulos: Hemos visto al Señor. Pero él les dijo: A menos que vea en sus manos la señal de los clavos, y meta mi dedo en el lugar de los clavos, y meta mi mano en su costado, de ningún modo creeré. Y ocho días después, otra vez estaban sus discípulos dentro, y Tomás con ellos. Viene Yeshúa y estando cerradas las puertas, y puesto Él en medio, dijo: Paz a vosotros. Luego dice a Tomás: Trae acá tu dedo y mira mis manos, y acerca tu mano y métela en mi costado; y no seas incrédulo sino creyente. Respondió Tomás y le dijo: Señor mío y Dios mío!"(Juan 20:24-28)

    Tal parece que unas buenas credenciales, aumentan nuestra credibilidad como dignatarios, sinó observemos como Tomás, quién estaba totalmente reacio a creer, luego de ver y tocar las credenciales que le fueron mostradas, creyó y entendió que Ese es Su Señor y Su Dios!, el más Alto Dignatario, Investido de Suprema Dignidad y con Mayor Cargo Honorífico y Autoridad que jamás otro ostentará.


Las Heridas de Yeshúa son sus Credenciales, cuáles son las nuestras?

 
    Identificarnos con Sus heridas es hacerlas nuestras, apropiarnos de sus victorias alcanzadas, mediante ellas ya fuimos sanados. También es hacer suyas nuestras propias heridas y padecimientos. Es participar de los mismos sufrimientos y persecuciones, es decir,  morir con él en el madero (Crucifixión), lo cual nos hará copartícipes de las Glorias de su Resurrección. Por lo cual Le fue dado un mandato: Como El fue enviado por el Padre, El nos envía a nosotros. 

    Esas heridas son las credenciales que le permitieron cumplir con la Mas Alta Misión, por lo que ahora es exaltado con gran dignidad como Rey soberano con toda autoridad y dominio de todas las vidas y de toda la creación. "TODA POTESTAD ME HA SIDO DADA EN LOS CIELOS Y EN LA TIERRA", dijo. Son trofeos de victoria sobre la muerte, y la fehaciente prueba de Su Amor por nosotros. Son refugio para los heridos del campo de batalla y la milicia espiritual, a sus escuadrones nos dice Mira mis Heridas, Yo Soy,  en mis manos te tengo esculpida! Te di forma en mis manos, y me ha dolido, pero He Vencido! Tanto así que su cuerpo glorificado las incluye, de modo que podemos decir que no son deformidad, sino Dignidad y Gloria Real!

    El Señor quiere trazar un camino en el desierto de nuestras heridas y transfigurarlas, para que nuestro sufrimiento no quede sin sentido, están ahí ligadas a su corazón traspasado, y quiere que también sean un trofeo de victorias comunes sobre el mal, y fuente de misericordia y sanidad para otros.

    Reflexionemos en esto: Que nunca olvidemos el Alto Costo de Su Amor y entrega por ti y por mi. Las heridas glorificadas son un recordatorio de nuestra sanidad. Heridas para siempre imborrables, esculpidas en Su Cuerpo perfecto, por su Amor perfecto...

"Y le preguntarán: Y qué herida son éstas en tus manos? Y Él responderá: Con ellas fui herido en casa de los que me aman" (Zacarías 13:6) 

Tienes tus Credenciales?

(Los negreados son propios para efectos demostrativos)

 




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