NOEMÍ: De la Desesperanza a la Consolación

     

11 Me dijo luego: Hijo de hombre, todos estos huesos son la casa de Israel. He aquí que dicen: Nuestros huesos están secos; nuestra esperanza se ha desvanecido; estamos del todo perdidos. 

12 Por tanto, profetiza, y diles: Así dice Adonay YHWH: ¡Oh pueblo mío! ¡He aquí Yo abro vuestros sepulcros y os hago subir de vuestras sepulturas, y os traeré a la tierra de Israel! 

13 Y cuando abra vuestros sepulcros y os saque de vuestras sepulturas, oh pueblo mío, sabréis que Yo soy YHWH. 

14 Y pondré mi Espíritu en vosotros, y viviréis, y os pondré en vuestra propia tierra, y sabréis que Yo, YHWH, he hablado y lo he cumplido, dice YHWH.

(Ezequiel 37:11-14)

Noemí puede inspirarnos

     Hoy quiero compartir acerca de la vida de una mujer de la que poco se habla pero que me ha servido mucho en esta temporada. Ella es Noemí. Mucho hemos escuchado acerca de Rut por sus acentuadas virtudes, incluso el libro que narra la historia de ambas mujeres se llama Rut. Pero la historia de Rut no sería posible sin una Noemí. Para resumir Noemí fue una mujer judía temerosa de Dios que vivía en Betlehem (Casa del Pan), en la época donde gobernaban los jueces, es decir cuando todo el mundo hacía lo que bien les parecía (Jueces 21:25) y a causa de una hambruna, ella se fue con su esposo Elimelec (Dios es Mi Rey) y sus dos hijos a habitar temporalmente en Moab, lugar donde reinaba la idolatría y el paganismo. 

El amargo rostro de la desesperanza

     Estando en ese lugar muere su marido. Luego sus hijos toman por esposas a dos moabitas, cuyos nombres eran Orfa (La que da la espalda) y Rut (amiga); aún cuando éste tipo de conexiones estaban expresamente prohibidas por el Eterno en la Ley (Torah), por ser un pueblo enemigo. Después de ésto murieron tambien sus dos hijos. Entonces Noemí quedó viuda y sin sus dos hijos, es decir, quedó en una condición de indefención, vulnerabilidad, y desprotección total, sin contar con el profundo dolor y desesperación ante sus grandes pérdidas. Hasta éste punto Noemí se habría convertido en un blanco de Poda: Perdió su lugar de residencia, sus posesiones en su tierra, sus amistades, su esposo y ahora a sus hijos; pero ahora Noemí perdió hasta la Esperanza, para ella no había ya un futuro y un porvenir. Sin embargo, Noemí aún tenia sus dos yernas. En aquel tiempo escuchó que YHWH visitó a su pueblo para darle Pan, para bendecirlos, porque El es bueno, fiel y para siempre es su misericordia. 

     Decide Noemí partir de vuelta a su Tierra y le insiste a sus yernas que se devuelvan cada una a su tierra, a sus casas y las bendijo mientras ellas lloraban porque la amaban mucho. Pero es que Noemí se veía a sí misma seca, sin nada que ofrecer, sin esperanza; y su falta de esperanza se convirtió en una terrible amargura.

12 Volveos hijas mías, id. Pues he envejecido como para tener marido, y aunque dijera: Tengo esperanza; y esta noche estuviera con marido, e incluso diera a luz hijos, 

13 ¿los esperaríais hasta que crecieran? ¿Os retraeríais por ellos sin tomar marido? No, hijas mías; tengo sobrada amargura por vosotras, pues la mano misma de YHWH se ha desatado contra mí. 

Rut (1: 12-13)

     Hago un paréntesis acá para recordar que Según los Mandatos Divinos (Torah), existía un derecho de redención, que consistía en que el hermano o un pariente cercano del difunto, si no ha tenido descendencia, debe casarse con la viuda para levantarle la descendencia y fructificarle su heredad (Deuteronomio 25:5 en adelante). Esto es muy importante para comprender los hechos a continuación.

     Después de mucho insistirle y mucho llanto, una de las yernas, Orfa, decide volver a su pueblo y a sus dioses. Pero Rut, su amiga, se mantuvo firme en su convicción, y aunque el viaje de vuelta y en subida no sería nada fácil, siguió apegada a Noemí y le respondió muy decidida:

     ¹⁶Respondió Rut: No me ruegues que te deje y me aparte de ti, porque adondequiera que tú vayas, yo iré, y dondequiera que vivas, viviré. Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios mi Dios. ¹⁷ Donde tú mueras, yo moriré, y allí seré sepultada. Así me haga YHWH, y aun me añada, que sólo la muerte hará separación entre nosotras dos.

(Rut 1:16-17)

     Ésto me habla a mi del gran testimonio de Noemí, con su vida ella mostró a Rut quien es el Dios de Israel, tanto así que no le importó dejar su tierra, costumbres ni su legado. Ella decidió seguir las pisadas de aquella mujer sabia que le mostró un mejor camino y aunque Noemí estaba amargada y afligida, no dejó de servir al TODO PODEROSO, EL SHADDAY, como a ella se le había revelado, porque aún no se le había revelado como Su REDENTOR.

     El punto es que Noemí no sabía, no se imaginaba lo que Nuestro Dios, Su Dios, estaba planificando detrás de la escena para ella, una mujer resignada ya, que no podia ver de dónde vendría su bendición, amargada de espíritu pero aún temerosa del Señor, y que muy en el fondo de su corazón todavía quedaba esa pequeña semilla de Fé porque de lo contrario no hubiese regresado al lugar del que escuchó Dios había visitado para bendecir.

     Me llama la atención que al regresar a Bet-léhem, las mujeres estaban asombradas de ver a Noemí, quien ya no era la misma, pues lo "había perdido todo", hasta ahora... Me gusta también que ella no titubeaba en reconocer el estado de su corazón, y además lo confesaba: "Estoy en amargura" ella les respondía a aquéllas mujeres, incluso vemos como aún su identidad perdió pidiendo que le llamaran Mara (amargura). (Rut 1: 20-21)

     Llegaron así a Bet-léjem justo al principio de la siega de la cebada, es decir para la época de la festividad de Shavuot. Nada más y nada menos que la misma época del año en la que más tarde El Padre derramaría Su Espíritu Santo, Su consolador Prometido en medio de Su Pueblo. Para que veamos nada es casual en las cosas del Señor. Mientras tanto, El sigue tras la escena. 

     Resulta que Noemí se había olvidado que tenía un pariente redentor cercano por parte del marido (Deut 25:5), muy rico y poderoso llamado Booz (en Él hay fuerza) y Rut se fue a trabajar para conseguir el sustento de ambas y espigó PRECISAMENTE dice la Palabra, en el campo de Booz, y también PRECISAMENTE en ese momento él llegó y se interesó por quién era la joven. Los segadores le informaron que era Rut la joven que había vuelto con Noemí de Moab. Obviamente ya todos en el pueblo sabían la historia de Noemí y su yerna, ambas viudas, y sobre la valiente decisión de su yerna, por lo que Booz como hombre piadoso que es, mandó a los segadores a que dejaran caer en abundancia para ella, cumpliendo así la ley de misericordia para los extranjeros (Levítico 23:22, Lev 19:9-10) y además le brindó su protección (Rut 2:11-13) y ésto nos habla de consuelo.

"¹³ y ella dijo: ¡Halle yo gracia a tus ojos, señor mío! porque en verdad me has consolado, y has hablado al corazón de tu sierva, aunque no sea ni como una de tus criadas."

     En ese lugar recibió muy buen trato y misericordia y suguió trabajando allí, aunque seguía viviendo con Su suegra Noemí.

     Entonces Noemí recordó que PRECISAMENTE ese pariente cercano suyo era Booz, de quien ella tenia buen testimonio, y como toda buena "madre" quería buscarle un buen futuro a su "hija", un futuro de reposo, y sabiamente la aconsejó: que se ungiera y se pusiera sus mejores vestidos, y al irse a dormir se acueste bajo la cubierta de los pies de Booz, a lo cual Rut obedeció fielmente (Rut 3:6-9): En éste momento, con este ritual, Rut esta pidiendo validar su derecho a redención.

     La respuesta de Booz no se hizo esperar (Rut 3:10-11), sin embargo, siendo un hombre íntegro, sabía que había un pariente mas cercano que él y no quiso ursurpar ese derecho, pero estaba tan decidido que fue muy diligente e intencional en solucionar éste asunto con el pariente, teniendo como era la costumbre a diez ancianos como testigos. Éste no uso su derecho a redimir y le otorgó legalmente tal derecho a Booz (Rut 4: 4-6,9-10). Ésta noticia fue de gran alegría al pueblo y los bendijeron. 

     Booz y Rut se casaron y dice la Escritura que YHWH le concedió gravidez y dió a luz un hijo... y las mujeres, aquellas mismas mujeres que vieron a Noemí regresar con las manos vacías le dijeron (Rut 4:14-17):

     "¹⁴ Y las mujeres decían a Noemí: ¡Bendito sea YHWH que no ha permitido que te falte redentor el día de hoy!¡Sea pues su nombre famoso en Israel! ¹⁵ ¡Sea para ti restaurador del alma y sustentador de tu vejez! Porque tu nuera, que te ama, le ha dado a luz, y ella te vale más que siete hijos."

Cuando la desesperanza se torna consuelo

     Entonces Noemí fue la nodriza de nada más y nada menos que del abuelo del Rey David, linaje real de donde más tarde vendría Nuestro Redentor, Salvador y Consolador.

     Vemos en la vida de Noemí las promesas cumplidas. La primera que recordé fue la que dice que Aún en la vejez dará fruto. Mucho que aprender de ésta historia real de mujeres reales. Muchas veces como Noemí pensamos que fuimos olvidadas, aquí ya no hay más nada que hacer, pero El Señor te dice:

     "²⁷¿Por qué hablas, oh Jacob, y dices, Israel: Mi camino está oculto a YHWH, mi Dios ignora mi causa? ²⁸¿Acaso no lo sabes ni lo has oído? YHWH es Dios eterno, Creador de los confines de la tierra, no se cansa ni se fatiga, Y su inteligencia es insondable.²⁹Él fortalece al cansado, Acrecienta el vigor al que no tiene; ³⁰Aun los muchachos se fatigan y se cansan, Los jóvenes tropiezan y vacilan, ³¹Pero los que esperan en YHWH tienen nuevas fuerzas, Remontan vuelo como las águilas, Corren y no se fatigan, andan y no se cansan."(Isaías 40: 27-31)

     Recuerdan al principio de la historia cuando vieron subrayada la palabra TEMPORALMENTE, es porque así son las pruebas y las aflicciones cuando vas de la mano del Padre Eterno. Puedes pensar que nunca va a terminar ese proceso, así como Noemí resignada pensaba que ese iba a ser el fin de sus dias. El Señor dice en Isaías 40, Consolad a mi Pueblo y dile que Su dura milicia ha terminado. Ese es el mensaje de nuestro Mesías. ¡¡¡Cuándo pensó Noemí que tendría en sus brazos a alguien de cuyos lomos vendría el Rey Eterno Prometido!!!

     Para Concluir, creo firmemente que el Padre nos quiere sanar. Creo también que Le agrada que reconozcamos y aceptemos ante Él que hay dolor, que hay amargura.

     El mundo nos enseña que hay que disfrutar, no llores, para qué? En el mismo pueblo de Dios puedes escuchar "no llores tu tienes al Señor, estás bendecida y en victoria"...¿Cómo le dice eso a quién pierde un ser querido? ¿O a quien es abandonado, rechazado, abusado?, por ejemplo. ¡Claro que si es sano llorar!. El Señor Yeshúa (Jesús) lloró, y Él es el Señor y Amo.

     Creo también que este es un tiempo para la sanidad de heridas emocionales en Su Pueblo, El sabe que Su pueblo está herido y nos quiere sanar por medio de sus preciosas consolaciones, El es nuestro Perfecto Consolador, Su Espíritu Santo en nosotros. Por eso, aunque hoy se nos invite a ocultarlo, tenemos que aceptar y no temer en reconocer y confesar delante de Él derramando nuestro corazón, nuestras emociones, aflicciones, sentimientos, como Noemí, como Ana (1 Samuel) que conocían el estado de su corazón afligido, porque El nos ayudará al amanecer♡




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