Llanura o Montaña, ¿Qué escoges?
En la vida nos vamos a encontrar con dos opciones: la llanura o la montaña; lo ancho o lo angosto; lo llano o empinado, en definidas cuentas: lo fácil o difícil.
El camino que escojas va a traer su consecuencia. La Biblia dice que el camino angosto conduce a la perdición. Para los hebreos es un principio de vida, hay que cruzar (mar, ríos, montes), y cruzar no es fácil, es ir más allá de los límites, ir a donde no has llegado, tiene que ver también con migrar.
Para ilustrar esta dicotomía, quiero hablarte de dos hombres, dos mentalidades, dos elecciones diferentes: Abraham y Lot.
Cuenta la Biblia que los pastores de ambos habían comenzado a tener sus diferencias y Abraham sabiamente pidió a Lot que se separaran para evitar mayor confrontación (Génesis/Bereshit 13:6-9). Incluso, le dio a escoger la tierra donde quisiera ir, ya que se sabía bendito por Dios desde su llamamiento (Génesis 12:1-3), es un hombre de montes y de desiertos que sabe abordar las dificultades.
Aquí es donde comienza el error de Lot, porque escogió con los ojos de la carne, con codicia, lo que aparentemente luce bello, fácil y productivo; escogió la llanura (Génesis 13:10-12), y las consecuencias fueron nefastas para él y su descendencia (Génesis 19:30-38).
Dice la Palabra de Dios que fue plantando su tienda hasta Sodoma, es decir, se asentó a vivir permanentememte allí, en esa ciudad de gente muy malvada y pecadora; la perversión fue tal, que llegó hasta los cielos, por lo que terminó siendo un lugar maldito y destruido por orden del Eterno. Ahora bien, por la misericordia de Dios, los ángeles comisionados para la destrucción de estas llanuras malditas, tomaron a Lot para que se salvase con su casa y le dieron órdenes específicas (Génesis 19:17):
1. Huye por tu vida,
2. No mires tras de ti,
3. No te detengas en toda esta llanura,
4.Huye hasta la montaña, no sea que perezcas!!!
Era totalmente apremiante la instrucción ordenada a Lot, de vida o muerte. Me llaman la atención las dos últimas: sal de la llanura y huye hasta el monte. Con todo y eso, él suplicó para que lo dejaran en otra parte de la llanura (Zohar), porque temía morir camino al monte (Génesis 19:18-20,22); y aunque le fue concedido, pues fue salvado de aquel juicio destructivo, no alcanzó la bendición y recompensa porque no cumplió propósito. Más tarde, dice la Biblia que se escondió en una caverna de la montaña, pero a esta hora ya sus hijas se habían corrompido con las costumbres de esa tierra y planearon un horrible doble incesto, sin que él siquiera se diera cuenta por su estado de ebriedad.
En contraste, Abraham escogió vivir en el monte Hebrón. Había que subir con todo lo que llevaba, su tienda, su familia, sus sirvientes, ganados, esperarlos a todos, llevar sus pertenencias, sin decir también su incertidumbre, sus anhelos, todo lo llevó al monte, lo cual amerita un esfuerzo extra, obstáculos, sudor y estoy segura que lágrimas también. El monte Hebrón, el monte de la intimidad con Dios.
Simbólicamente la llanura representa la vida fácil y aparentemente buena que ofrece el mundo, mientras que el camino al Monte representa el oprobio de seguir a Yeshúa El Mesías (Jesús El Cristo) y llegar a la presencia de Dios.
Abraham, quien Dios lo llamo "Mi amigo" (Mi amado, en la traducción del original hebreo), prefirió el esfuerzo que requería llegar y permanecer en el Monte, que la facilidad de la llanura. No en vano hoy lo llamamos El Padre de la Fe, y en su simiente han sido benditas todas las naciones de la Tierra.
De esta comparación concluimos que la llanura es un lugar de juicio y destrucción, y el monte un lugar de adoración y salvación. Esto lo podemos demostrar también a la luz de otros pasajes de la Biblia: En esta oportunidad, El Señor Yeshúa habló a sus discípulos sobre la destrucción decretada para el fin y les hizo esta recomendación: "los que estén en Judea, huyan a los montes; el de la azotea, no baje a tomar lo de su casa;".
Cuando el ejército Sirio vino contra el rey Acab y todo el pueblo de Israel, decidió pelear desde la llanura, porque dijo: "Su Dios es un Dios de Montes, no de llanuras", y allí mismo, en las llanuras fue juzgado y destruido (1 de Reyes 20:22-29).
Para cerrar les dejo este versículo que nos habla de la preciosa misericordia del Padre, porque recordó a Abraham, quien amaba a su sobrino.
"Cuando Elohim destruyó las ciudades de la llanura, Elohim se acordó de Abraham, por eso sacó a Lot de en medio del derrumbamiento de las ciudades en que Lot se había establecido". (Génesis 19:29)
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