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Mostrando entradas de junio, 2016

Declaratoria

Cuando desde el polvo y delante de mis angustiadores y burladores, yo dije, y aún reté: YO SÉ EN QUIEN HE CREÍDO; Tú oído se inclinó y así, tomaste muy en serio esa declaratoria de venganza. Y TÚ te vengaste personalmente por mí.

LA TRAICIÓN.

“Porque no es un enemigo el que me agravia, pues lo soportaría, ni se alzó contra mí el que me aborrecía, Pues me habría ocultado de él, Sino tú, un hombre igual a mí, Mi compañero, mi íntimo amigo, Que juntos teníamos dulce comunión, Y amistosamente andábamos en la Casa de Dios” (Salmos/Tehilim 55:12-14) Ciertamente cuando comenzamos el peregrinar de la mano del Maestro, se nos dijo que “en el mundo tendríamos aflicciones”. Al pensar en ello es fácil imaginarnos a terceros, personas ajenas, enemigos y hasta uno que otro cercano pudiendo dañar o causando un mal. Pero nunca imaginamos que esa aflicción sería producto de una traición. Nos preguntamos entonces qué es La Traición? Parafraseando una definición que   encontré en internet: Es una falta que quebranta la lealtad o fidelidad debida. Si, te defrauda tu más íntimo compañero, el de tu equipo, no un tercero, sino tu confidente, tu hermano, tu amigo. Eso nunca lo esperamos de esa persona no? Si no de cual

DEBILIDAD O VALENTÍA?

Partiendo de la realidad humana de que todos tenemos debilidades, me es imperante citar un versículo muy alentador y estimulante lleno de Su gracia, La Gracia del Eterno: “Mi Poder se perfecciona en tu debilidad”. Pero, ¿Qué significa realmente éste principio? Será que mientras seguimos siendo débiles, Su poder se va a perfeccionar?? Pues NO, un rotundo NO. Pues ¿Porqué entonces se nos manda enfáticamente a ser fuertes y valientes a lo largo de nuestro peregrinar? Gracias al Eterno porque las cosas secretas Le pertenecen, pero Nos delegó las cosas reveladas (Deuteromio/Devarim 29:29). Ahora bien, ¿Cuándo se perfecciona realmente Su Majestuoso Poder? Cuando humildemente reconocemos y asumimos delante de El que tenemos cierta debilidad y acudimos a su Clemente y Piadoso Trono de Gracia y en ese Lugar le presentamos tal debilidad, ciertamente allí ocurre algo: Nos damos la oportunidad a NOSOTROS mismos, de que El Rey tome las riendas, de que Tome el control, Se entrone en nuestras v