Aclaratoria

A quien pueda interesar...


 Buscad a YWYH mientras puede ser hallado, 

invocadlo, mientras está cerca!

Deje el malo su camino, 
y el inicuo sus pensamientos, y conviértase a YHWH, 
que se apiadará de él;
 A nuestro Dios, que es grande en perdonar!
Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, 
ni vuestros caminos mis caminos, diceYHWH.
Porque como  los cielos son más altos que la tierra, 
así mis caminos son más altos que vuestros caminos, 
y mis pensamientos más que vuestros pensamientos.

(Isaías/Yeshayahu 55:6-9)


     En éstos tiempos, en los cuales hay una marcada definición en la humanidad con respecto a los estilos de vida y orientación espiritual, es necesario hacer la diferenciación entre dos conceptos, que si bien, no son sinónimos, tienden a asimilarse con una misma acepción, restándole el contenido literal que poseen.
Juzgar y Marcar posición.
     Juzgar es Emitir sentencia o dictamen con respecto a un hecho tipificado en el marco de una Ley, por un Juez con autoridad y competencia para ello.
     Ahora bien, el Mantener una Posición firme de pensamiento frente a situaciones, nada tiene que ver con juzgar, sentenciar o querer aplicar una pena correspondiente a un supuesto delito. De ser así, por ejemplo, un padre no podría corregir a su hijo, porque se supone que lo estaría juzgando. Nada más alejado de la verdad, porque un padre que desea el bien para sus hijos, los corrige conforme a sus principios y pensamientos pero no por esto está juzgándolos. Como abogada entiendo muy bien el trabajo de un Juez: dictaminar una sentencia a un hecho previamente tipificado o establecido en El MARCO DE LA LEY. Este juez debe ser objetivo (totalmente apegado a esa ley), y no mezclar subjetividades (al menos no debería). Así es El Eterno, Juez de toda la tierra, que juzga con justicia y verdad...

     Bajo ningún concepto se debe confundir ambos términos, una cosa es juzgar y otra, mantener firme criterio y posición. Incluso, Cuando somos agraviados, debemos dejar nuestra causa o litigio en manos de Aquél que sentencia justamente y no caer en hacer "justicia" por nuestra propia cuenta. Cuando aquellos fariseos estaban a punto de lanzar las piedras a aquella mujer, pretendían aplicar por su propia mano, la pena que, según la ley de Moisés, correspondía en aquel tiempo por delito de adulterio. Sin embargo, El que pudo juzgar, en lugar de eso la perdonó. De esas penas nos libró nuestro Amado Redentor recibiendo Él en Su propia carne, todos nuestros merecimientos para darnos Su Salvación. EL se dio asimismo para recibir las piedras que nosotros merecíamos como pago por nuestras transgresiones.
     Es necesario hacer esta aclaratoria porque este sistema corrompido busca la confusión de éstos conceptos, intentando malponernos cual jueces implacables en el mismo momento que marcamos clara posición ante diversos fenómenos sociales o conductas, porque evidentemente trata de evitar a toda costa el camino a la corrección y que nos volvamos a la instrucción (torah) que El Eterno nos dejó con el fin de que nos vaya bien... Los principios bajo los cuales debemos vivir e impartir a nuestros hijos y a los hijos de nuestros hijos, son innegociables... Con Amor manifiesto, que de ninguna manera buscamos juzgar, mucho menos ofender, como muchos se sienten atacados, pero si tenemos plena autoridad y el deber de corregir y exhortar al arrepentimiento cuando algo no está bien, no según nuestra propia sabiduría u opinión de lo que es bueno o malo, sino bajo La misma Sabiduría que creó todas las cosas. Amen

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