Si lo recibiste, lo puedes dar
Un principio que se desarrolla en la Biblia de inicio a fin es este: Proporcional a tu mentalidad, será la tierra que recibirás. Para ilustrar mejor esta idea, les hablaré de Josué y Caleb, quienes fueron comisionados junto a otros diez hombres, para espiar la tierra que Dios prometió les entregaría. La mentalidad de éstos dos hombres era buena en extremo, alineada al corazón de Dios. Pero el resto de los espías, al tener una mente viciada con un sistema de creencias de error y malvado, no recibieron nada, de hecho, les fue muy mal (Números 13 y 14). Si lo recibiste, lo puedes dar Al tener mentes alineadas a las promesas que Dios les entregó, Josué y Caleb pudieron recibir. Josué no sólo recibió, también tuvo la capacidad de repartir, porque él fue buena tierra donde El Señor sembró su palabra, la creyó, la retuvo, conquistó y dio fruto; al ser fructífero pudo también dar. Nada ha cambiado. El Señor es el mismo ayer, hoy y siempre. Hoy nos quiere entregar muchísimo, una here...